Sea por la urgencia o por el deseo de matar al proyecto. Lo cierto es que muchos se apresuraron a titular esta semana artículos como “Google retira del mercado las Google Glass”, “Google abandona en una esquina las Google Glass”, “Google Glass fracasa”, etc.. Titulares confusos que no entran en profundidad en el tema.
En lugar de remarcar la apertura de una nueva etapa, se centraban en el fracaso de un gadget experimental. Tratándolo como si fuera un producto final que se retiraba del mercado, cuando aún no ha sido lanzado a los usuarios, sólo a los desarrolladores.
Todo surge del final de una etapa: Google Glass, realmente se “gradua”. Es decir pasa de la división experimental de Google X a un departamento propio, donde se le dará el enfoque comercial pensando en los usuarios finales. Dirigido por Tony Fadell (ahora en Google) creador de Nest y responsable del iPod. Un peso pesado en la industria que en cualquier otro producto hubiera sido tomado con euforia al tener en cuenta la experiencia y la visión de producto que tiene la mente de Tony Fadell.
Este movimiento implica con total seguridad que el producto que salga a las tiendas sea diferente a las Google Glass edición Explorer actuales, sólo aptas para desarrolladores y algunos Glasshole que ayudaron a popularizar a esta nueva tribu de nerds.
El hype de las Google Glass se esfumó
El hype de Google Glass se ha ido diluyendo. Desde esa esperpéntica Keynote de la Google I/O de 2012 con Sergei Brin saltando en paracaídas sobre el Moscone West Center con las Google Glass puestas, una Google I/O 2013 plagada de glasses por todos los lados (cada ingeniero de Google tenía las suyas), en esta tuve la oportunidad de probarlas, En la Google I/O 2014 donde ni se mencionó una palabra en la Keynote.
El experimento ha acabado, pero no sus desarrollos
Un laboratorio de experimental funciona así. Después de conseguir todo el feedback necesario implicando a desarrolladores interesados en el producto y tomar ideas para un producto final se da por finalizado, en este caso el programa Google Glass Explorer. No era más que otro experimento más. Una prueba de concepto con una serie de desarrolladores entusiastas.
No implica que todo el trabajo realizado se tire a la basura. Recordemos todo lo que se ha lanzado para que los desarrolladores creen sus aplicaciones. Tenemos el Glassware y su integración con Android. Mirror API y todo un subconjunto de elementos similares con Android Wear (quizás el foco actual a nivel de usuario de Google).
Retos para la nueva versión de Google Glass en 2015
Habrá que esperar en este 2015 la evolución para ver si todas esas apps sigue siendo compatibles con el nuevo modelo. Tony Fadell tiene varios retos interesantes para cocinar un producto final vendible en el mercado junto a la que sigue siendo responsable directa, Ivy Ross, muy preocupada por el tema estético y diseño.
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Por un lado, luchar con el mal endémico de todos los wearables: la escasa autonomía. Recordemos que las Glass no llegaba a una 4 o 5 horas.
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Enfocar un producto complicado a nivel de privacidad. Muchos gobiernos ya se aventuraban a legislar sobre este tipo de dispositivos que no avisan de que estás siendo grabado. Aunque nos hayamos vuelto locos como si fuera un capítulo de Black Mirror, todo el mundo llevamos una cámara en nuestro teléfonos móviles.
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Hacerlo atractivo estéticamente. Rediseñar un gadget que no es nada fácil de llevar en la vida cotidiana (aunque haya decenas de vídeo sobre ello). O tirar definitivamente por el uso profesional como su programa Glass for Work (ojo a esto) en ámbitos en que puede ser una ayuda y no tenga ninguna limitación estética o funcional.
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La compatibilidad con otros productos de la compañía como Android Wear o el rediseño de su interfaz de uso. Esto implica todos los layout de tarjetas menús, etc.. vistos ya en las apps ya lanzadas.
Quizás 2015 sea el año de Google Glass o no. Lo cierto, es que aún no ha muerto, aunque nos hayamos precipitado a matarlo.
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