Reloj es metódico

Reloj es metódico. Cada mañana se lava la cara con agua fría, se lava los dientes, desayuna y se vuelve a lavar los dientes. Tiene una hoja donde tacha los días, las horas, los segundos que pasan. Todas las tareas las comienza a «en punto». Pone en hora todos sus relojes a la misma hora, no pueden diferenciarse en más de un segundo. Camina dos horas al día, siempre el mismo recorrido. Su ropa está perfectamente doblada. Cada prenda tiene un cajón asignado. Usa posa vasos. Las visitas deben colgar el abrigo en el perchero de la entrada. Cuando llegan las 12 de la noche, se va a la cama. Tacha ese día de su calendario. Apunta un nuevo objetivo completado. Se vuelve a lavar la cara con agua fría.

Café, no malgasta un segundo

Café es enérgico. No para de hablar. Mira a la gente tan adentro que puede leer sus pensamientos. No deja escapar ni un segundo. Su reloj de aguja no deja de sonar marcando cada instante. Viste llamativo. Le da igual lo que piense la gente. No teme mojarse. No teme pisar ese charco. Ve la vida como es. Maravillosa. Una oportunidad tras otra. No pierde ningún instante en pensar lo que perdió o lo que dejará de ganar. Aprovecha lo que tiene. No le importa el dinero. Solo lo justo para viajar.