¿Cómo suele crearse una API? Hace un par de años con el auge de las apps móviles muchas empresas se lanzaban a crear una API con el simple propósito de comunicar y obtener datos entre la web y las aplicaciones móviles (iPhone y Android). Esta API era muy básica, creada a partir de una serie de objetos sencillos con información limitada de lo que se veía en la web (el único producto para los consumers durante esos años).

Nuestro primitivo servicio de acceso API, pensado para un reducido número de dispositivos, crece y es la base de esas aplicaciones móviles, por lo tanto, tiene que evolucionar. Pasa durante un tiempo por un lavado de cara, una refactorización y algún que otro versionados. Cada vez va incorporando más funcionalidades, es la base central sobre la que se sustenta el desarrollo móvil de la compañía. Sin ella difícilmente se puede crear una aplicación integrada al ecosistema de negocio de la compañía.

La dependencia de las apps móviles hacia la API es tal que, que empieza a evolucionar a conceptos más cercanos al backend específico de las aplicaciones, como el acuñado recientemente MBaaS que reflejan la necesidad de servicios en la nube que proveen notificaciones push, almacenamiento de datos, gestión de sesiones y autenticación de usuarios.

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