1. Bolsa rota de té. INT./DÍA

Hierve el agua. Suena la tetera y cae el agua caliente sobre el vaso de cristal del IKEA. La bolsa está semirrota y se deshace con el movimiento de la cucharilla. Los cristales del azucar hacen de pequeños puñales como los del corazón del protagonista. Las pequeñas hojas del té se esparcen por el vaso. El color cada vez es más verde. Nuestro protagonista imagina que ese color es la esperanza que necesita para los días grises y lluviosos (véase tristes y lacrimógenos).

Regresa el programa de televisión de la publicidad. Otra tarde de telebasura que ayuda a no pensar. A la siguiente pausa se pensará buscar un colador, o quizá olvidé el té. Otra cosa que olvidar.

Las cosas suceden por ciclos

A veces te das cuenta que las cosas que te ocurren van unidas unas con otras. Se inician y se terminan prácticamente a la vez. No tienen nada en común, sólo tú mismo. Es curioso pero los ciclos se acaban y parece que este mes es uno de ellos. Varias cosas que vinieron juntas en una época determinada están llegando a su fin. Algunas han sido de una forma inesperada, pero otras se veían venir de hace tiempo.

Hora de comenzar otra serie de cosas.

A veces no sabemos a donde vamos

Hay días en los que no sabes hacia donde te diriges. Ni en lo profesional ni en lo personal. Te das cuenta que no has hecho las cosas como debieras. Toca replantearse algunas cosas. No todo tiene que ser malo por las decisiones tomadas por unos o por ti mismo. Simplemente son nuevas puertas que se abren cuando otras se cierran. Algunas de un portazo.
Es momento de buscar nuevos aires y desprenderse de lo que no funciona. Organizarse mejor en todos esos aspectos donde herraste. No queda otra. La vida es así. Un cambio tras otro.