no he contado nada, aunque lo sabía desde hace 2 semanas. pero estaba esperando a sentarme en mi silla en la oficina para hacerlo oficial. soy un idealista.

estoy muy contento, es una suerte poder trabajar allí, espero aprender muchas cosas y aportar todas mi ideas desde mi parte de desarrollador en el i+d.

Entonces estaba soltero y todo lo que necesitaba era una taza de té, algo de luz y mi estéreo. De hecho, ‘eso’ era lo único que tenía»

Steve Jobs 1982.

Fotografía de Diane Walker.

Estaba solitario como ningún día. El ambiente era distinto, no sólo por la falta de gente. La maquinas no resoplaban e incluso la música era diferente.

-Quedan 30 minutos…

Lo que pensabamos se cumplió: deberíamos ir a toda prisa. Las caras de los «rivales» eran perezosas, en cambio las nuestras desprendian motivación. Comenzar desde arriba hasta bajar. Fuertes brazos reflejados en el espejo. Gotas de sudor cayendo y dolor debido a la falta de entreno. Era el esfuerzo del día de festivo.

–Quedan 15 minutos…

Dos kilómetros virtuales recorridos. Levantamiento de kilos repetitivos cambiando de postura. Las llaves ya sonaban cerca, los tornos no dejaban entrar a más gente. Había «rivales» que se daban la vuelta. No se podía intentar nada a estas alturas.

–Quedan 8 minutos….

Hora de irse. Un cambio rápido y para la calle.

–Quedan 4 minutos…

Ya no hay que fichar. La puerta de salida está abierta.

Cerrado hasta mañana. ¿Y ahora qué?