China no cumplió lo prometido hace 7 años de una apertura real para poder celebrar los juegos olímpicos en su país. Están totalmente abiertos al capital, se abierto a las cultura occidental: compras, estética, tecnología….sexo. Pero siguen en su cerrazón política vulnerando derechos humanos. Primero los de los ciudadanos del Tibet, después a los habitantes de lo que actualmente es la villa olímpica convertida en un enorme centro turístico y comercial.
Los juegos comenzaron hace 2 días, el 8 de agosto. Y las protestas seguirán sucediendose durantes todos estos días. Lo triste es que los titulares continuarán siendo «detenidos por realizar manifestaciones… y expulsados del país».
¡FREE TIBET!
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